SOY UNA ARTISTA SIN FORMATO, PARA BIEN O PARA MAL. SOL ALONSO.

              ¿Carne o pescado? El trabajo audiovisual de Barbara Fluxá (Madrid, 1974) surge de las aguas de un río y se han mostrado en el antiguo Matadero de Madrid, hoy convertido en espacio para el arte más contemporáneo. Difícil apostar con ventaja en la elección de su segundo plato. El restaurante luce cómo corresponde a un lugar donde tanto monta la cantidad cómo la calidad del alimento. Su personal recibe a Barbara Fluxá con sincera alegría algo contenida por los buenos modales Un camarero cortés hasta el corte de pelo, canta con acento caribeño las posibilidades del menú del día. Durante los dos meses empleados en el montaje de su instalación audiovisual “Testimonios futuros”, remate del proyecto “Des(h)echos” He puesto en Intermediae Matadero Madrid, este mesón cercano fue su casa a la hora de comer y remedio pasajero a base de cafés contra los 2 grados centígrados qué llego a sufrir dentro de la nave. Dos meses entre cables, proyectores, pantallas y el espíritu travieso de alguna vaca muerta que a punto estuvo de volverles locos. “Nadie sabía por qué los aparatos perdían la sincronización ¡Un poltergeist! Finalmente, fue culpa de la instalación eléctrica”, cuenta.

 

Su trabajo le facilita el reencuentro con la tierra de su madre y de su propia infancia.  “Necesito visitar Asturias dos o tres veces al año”. He aquí el Nalón, convertido en territorio para investigar la relación entre naturaleza y paisaje cómo construcción cultural. En sus rastreos hace botín con cualquier pieza que nunca llama basura. “Son restos materiales, desechos. Objetos metamorfoseados. La línea que separa los natural de los artificial es cada vez más ambigua. Naturalmente artificial, suelo decir”. Su primer tesoro fue una tesela de vinilo de los años 70. Luego botellas vacías medio rotas. “Neveras, coches, hornos, todos estos objetos domésticos indispensables para el hombre desde mediados del siglo XX, son la cultura material de la sociedad actual. Si tras desecharlos y arrojarlos al entorno natural, conseguimos no considerarlos basura, serán, en cantidad razonable claro está, un estímulo para reflexionar sobre nuestra sociedad y la cultura contemporánea”.

 

En la vídeo instalación “Testimonios futuros, seis pantalllas muestran su travesía fluvial en 55 minutos. La cámara, atada con una cuerda, registra los incidentes del viaje: el color del agua dulce, los bosques de la ribera, la sombra de un barco abandonado, las hojas de la superficie curiosamente atraídas por el objetivo, como los ojos de un famoso ante el flash del paparazzi.

 

Fluxá, licenciada en Bellas Artes, se ha formado en Madrid, Londres y Roma. De  formación plástica , fotografía, esculpe, pinta, dibuja, filma e interviene. “Soy una artista sin formato, para bien o para mal… Me temo que más para esto último [risas]. Muy racional a la hora de crear, siempre parto de una idea y luego dejo que surja el formato”.

 

Es autora también de  “Minas de ojos negros”, recorrido de una gotera en una nave industrial, o las fotografías de la instalación “Nevera” que describe el rescate del viejo electrodoméstico. “Una vez que superamos el rechazo e indignación ante lo abandonado en un entorno natural, adopto una actitud constructiva, similar a la que tomaría un arqueólogo”. Y, finalmente, de segundo, Fluxá pidió lubina.

 

Sol Alonso.

Madrid, 2008.