Fábrica de luz tiene como protagonista a la central hidroeléctrica abandonada del Salto de Segade en Caldas de Reis, Pontevedra; construida a finales del S.XIX como una de las primeras centrales hidroeléctricas de España, se encuentra en desuso desde los años 50. A través de la recuperación de la memoria histórica de este patrimonio industrial de singular belleza y su paisaje cultural, se establece un diálogo entre Arte, industria y territorio. A través de las imágenes, fotografías, el sonido y los archivos se plantean temas tan importantes como la cultura del agua y la historia de su aprovechamiento en nuestra sociedad; el reconocimiento actual de la arqueología industrial en España; la problemática del uso del agua como recurso energético, su impacto mediambiental; la política del agua actual: y por último, la propia Historia de la central y de su entorno, declarado como balneario natural protegido por la riqueza de sus aguas.

Con motivo del certamen anual de arte urbano Kaldarte, formalmente Fábrica de luz se presenta como una intervención artística a través de una videoinstalación en el interior de la Sala de Archivos Municipales del Concello de Caldas de Reis. La sala de archivos Municipales como lugar de intervención aporta a la obra la estética y concepto de clasificación, almacenaje y de olvido, idóneos. Tanto en la sala como en el área del edificio municipal donde se encuentra la intervención, reina el abandono con olor a humedad y polvo, lo que aporta al espectador sensaciones que se suman con la percepción visual y sonora de la obra, ya de por sí, humeda, vieja y abandonada.

Fábrica de luz está compuesta por tres vídeos, audio, más de 80 imágenes fotográfícas en diapositivas y seis carpetas de archivos con dibujos, pinturas y documentos documentales, que integrados entre los viejos estantes de los archivos de la sala forman un conjunto con cierto aire a un centro de interpretación al uso, un lugar de consulta técnica blibliográfica o similar.